Por Naomí / Imagen www.facebook.com
Gracias Janice!
Esta planta espinosa y comestible es uno de los remedios más eficaces para el hígado, debido a su riqueza en silimarina, una sustancia que impide la absorción de los productos tóxicos y estimula la secreción de la bilis. Además, protege del daño hepático producido por el alcohol y los envenenamientos.
El Cardo Mariano, es así denominado porque cuenta la leyenda que el color blanco de las hojas de esta planta medicinal, se debe a que María las tiñó con la leche de su pecho cuando amamantaba a su pequeño hijo Jesús, y trataba de ocultarlo de la persecución y la espada del rey Herodes; interviene de manera manera directa y científicamente comprobada, en la salvación de muchos hígados humanos, debido a sus efectos saludables sobre ese órgano esencial para la vida y la salud. Además, ayuda a neutralizar los estragos causados por la intoxicación debida al alcohol, y combate los efectos de las setas venenosas, incluida la mortal Amanita phalloides, la cual contiene la toxina más peligrosa para el hígado que se conoce.
Florece en los meses de primavera, pero se usan principalmente sus semillas. Sus principios activos son: silimarina, principios amargos, taninos, flavonas, aceites, histamina y tiroidina. El componente más importante es la silimarina que actúa como regeneradora del parénquima hepático.
El cardo mariano se usa siempre que haya necesidad de protección hepática: en congestiones hepáticas, hepatitis agudas y crónicas, ictericia, cálculos biliares y afecciones de la vesícula biliar.
Es tónico del aparato cardiovascular y está indicado en casos de hipotensión y en los estados de debilidad postoperatoria. Santa Hildegarda la recomendaba en casos de pinchazos en el corazón (jugo de la planta fresca mezclada con agua y bebida a sorbos). La planta entera es útil para estimular el apetito y en casos de estreñimiento crónico; es homeostática y tonifica los vasos sanguíneos.
Tiene propiedades febrífugas y antialérgicas; su contenido en histamina lo hace útil en casos de fiebre del heno, crisis asmáticas y erupciones cutáneas.
Es una planta exenta de toxicidad, se usa también en casos de hemorragias y menstruaciones demasiado abundantes dando un cocimiento cada hora
Cocimiento: hervir una cucharadita de semillas por taza de agua durante 10 minutos.
Cocimiento de hojas: cocer 3 cucharadas de hojas secas por litro de agua durante 10 minutos. Aplicar para cicatrización de llagas y úlceras.
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