La compasión (del
latín cumpassio, calco semántico o traducción del vocablo griego συμπάθεια (sympathia),
palabra compuesta de συνπάσχω + = συμπάσχω, literalmente
"sufrir juntos", "tratar con emociones ...", simpatía) es un sentimiento humano
que se manifiesta a partir y comprendiendo el sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la compasión es la percepción y
comprensión del sufrimiento del otro, y el deseo de aliviar, reducir o eliminar
por completo tal sufrimiento.
El
sentir compasión tanto para la filosofía oriental, judeo-cristiana, como para la filosofía budistaestá ligado a “sentir
pena” por alguien que sufre, lo cual presupone una reprocidad y el
expresar algo al otro y casi conlleva un intercambio equitativo. Yo te doy y
espero algo a cambio, un reconocimiento de lo que te entrego, de lo que te
aporto.
Para la Inteligencia Emocional por “compasión”
nos aproximamos más a la definición que hace de ella Confucio: “la
preocupación respecto a alguien sintiéndose solidario” y en este
caso sentir compasión no requiere sentir pena o que el otro esté sufriendo y no
presupone o espera algo a cambio.
Por lo tanto entendemos por compasión la
“empatía
en acción” y se basa en un pleno deseo de conectar con otros y
responder a sus necesidades.
De esta forma un educador o educadora
puede sentir compasión por sus alumnos y alumnas no por pena sino por el pleno
deseo de conectar con ellos y de responder a sus necesidades. Lo mismo
podríamos decir del empresario hacia sus trabajadores y trabajadoras entre
otras.A mí me ha ayudado mucho utilizar la
palabra “compasión”
como palabra compuesta; “com-pasión”. “Com”
de comunicación y “pasión” como expresión del afecto por
alguien.
Es por ello por lo que entiendo por compasión a la emoción que
nos permite comprender o ponerse en el lugar de los demás desde el afecto y con
afecto. Y mantener con ellos una auténtica, sincera y desinteresada relación de
ayuda.