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martes, 8 de julio de 2014

Ecal D















Por Naomí / Imagen www.google.com
No más mujeres frágiles”
Las estadísticas señalan que una de cada tres mujeres sobre los 50 años sufrirá una fractura osteoporótica, mientras que el 45% de las mujeres de 20 años y más presentan algún grado de osteopenia.
Ya es conocida la importancia que tiene el consumo de calcio y la vitamina D para el fortalecimiento de los huesos. Sin embargo, muchas personas aún no toman real conciencia de las graves consecuencias que podría traer la falta de este mineral y de la vitamina hormona para nuestra salud ósea, déficits que afectan principalmente a las mujeres, llevando a que una de cada tres pueda llegar a sufrir de osteoporosis en su vida.
¿Qué es ELCAL-D?
Es un suplemento de calcio y vitamina D disponible en diversas presentaciones, una para cada etapa de la vida de la mujer: embarazo, lactancia, pre y postmenopausia, adulto mayor.
¿Cómo actúa ELCAL-D?
La deficiencia de calcio contribuye de manera significativa al desarrollo de osteoporosis. Estudios demuestran que un bajo consumo de calcio durante la vida está relacionado con bajas tasas de densidad ósea y altas tasas de fractura.
La Vitamina D es necesaria para la absorción de calcio. Sin suficiente Vitamina D, no podemos producir la hormona calcitrol en cantidades adecuadas, lo que causa una absorción insuficiente del calcio que consumimos. En esta situación, el cuerpo debe tomar el calcio que necesita desde el esqueleto, lo que debilita el tejido óseo existente y evita que se forme material óseo nuevo y fuerte.
¿Por qué ELCAL-D?
Garantía de calidad ya que está aprobado por la Fundación Chilena de Osteoporosis
La familia Elcal tiene presentaciones con la dosis de calcio y vitamina D para cada etapa de la vida.
Sólo Elcal posee altas dosis de Vitamina D. Esta vitamina es esencial para la absorción de calcio por nuestro organismo.
Elcal en todas sus presentaciones viene en cápsulas lo que facilita el cumplimiento de la terapia
Elcal es libre de Gluten y de lactosa.

10 acciones cotidianas que dañan nuestros huesos





















Por Naomí / Imagen www.google.com
Para ayudar a que nuestros huesos estén fuertes es de sobra conocido que necesitamos calcio y vitamina D, por lo que un poco de ejercicio físico al aire libre nos aportará muchas ventajas. Sin embargo, hay muchas actividades diarias que hacemos mal y que nos restan salud en los huesos.
Algunos de estos hábitos son:
1º.- Usar tacones altos a diario. Al andar sobre tacones estamos desplazando todo el cuerpo hacia delante y así, los dedos y el antepié tienen que soportar todo nuestro peso, provocándonos dolor intenso si son demasiado altos o si los usamos durante mucho tiempo seguido. Sin embargo, el zapato plano tampoco es recomendable, por lo que en un término medio se encuentra la virtud.
2º.- Ponerse de pie los calcetines. De esta manera forzamos la espalda y además, nos podemos caer.
3º.- Llevar una sola bolsa a la compra. Si lo haces así, no podrás repartir el peso entre los dos brazos y te cargarás sobre un lado, favoreciendo los dolores de espalda y la escoliosis.
4º.- Echar mucha sal en las comidas. Esta acción tan habitual hace que el calcio salga de nuestro cuerpo. Pon un límite de 6 gramos diarios.
5º.- Tomar café solo. La cafeína nos quita calcio, hace que perdamos densidad ósea si tomamos más de 3 tazas diarias.
6º.- Escribir o leer con poca luz. La falta de iluminación hará que nos encorvemos para acercarnos a lo que leemos y, si mantenemos esa postura mucho tiempo, las lumbares se fuerzan y se quejan mediante el dolor.
7º.- Sujetar el móvil con el hombro. Es perjudicial para las cervicales, más aun si como yo, alargas la llamada durante un buen rato.
8º.- No hagas crujir los dedos. Haciendo eso forzamos el arco del movimiento normal y, si lo hacemos muy a menudo, puede favorecer la aparición de artrosis.
9º.- Cuidado con los asientos flexibles. Nos obligan a sentarnos mal y a adquirir posturas inadecuadas. Elige asientos más rígidos y convencionales.
10º.- Por último, vamos a desterrar un mito. El ejercicio no desgasta los huesos, los fortalece, pues los regenera cada vez que cargamos nuestro peso sobre ellos.