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martes, 24 de junio de 2014

¿Qué es la Biodescodificación (Bioneuroemoción)?_III PARTE














Por Naomí / Imagen www.google.com
  La tarea del psicoterapeuta es reprogramar el cerebro emocional de manera que se adapte al presente en lugar de continuar reaccionando a situaciones del pasado. Para ello, hemos de olvidarnos de utilizar enfoques donde la razón y el lenguaje sean los protagonistas, porque estos son muy poco permeables. Hay que utilizar métodos que nos lleven al cuerpo y que tengan influencia directa sobre el cerebro emocional.
  Estos métodos de tratamiento, activan los mecanismos naturales de autocuración, capacidades innatas que recuperan el equilibrio y el bienestar.
  El objetivo de la biodescodificación, es que el paciente se haga consciente de estas emociones ocultas por razones educativas, culturales, religiosas, tabús, etc.
  Por lo tanto, la biodescodificación desarrolla la aptitud para identificar, regular tu propio estado emocional y el de los demás, así como la aptitud de comprender el desarrollo natural de las emociones.
  El estudio de la biodescodificación, es el estudio de tres libros en uno:
* La edad cronológica, la edad contemporánea, osea desde nuestro nacimiento hasta el presente
* El Proyecto Sentido, o sea, antes de la concepción, la concepción, nacimiento y hasta los tres años de vida.
* El Transgeneracional, o sea, todo aquello que recibimos de nuestros ancentros y que repercuten hasta la tercera y cuarta generación.
  La biodescodificación, pone luz y comprensión a estos dos cerebros llamados cognitivo y emocional, y que llamaremos consciente e inconsciente. Estos cerebros son relativamente independientes entre sí.
 El inconsciente es más rápido y está mas adaptado a reacciones para la superviviencia. El inconsciente dirige nuestra vida cuando el consciente está prestando atención a otras cosas. Este inconsciente  al que llamaremos inconsciente biológico, es muy sensible a estados emocionales alterados (psico-shocks), que disparan al inconsciente para adaptarse a la nueva situación.
  Cuando hay una desconexión entre los dos estados cerebrales, cuando no hay coherencia emocional (pensar-sentir-actuar), no podemos percibir las señales de nuestro inconsciente biológico, y este tiene que expresarse a través del síntoma, del cuerpo.

¿Qué es la Biodescodificación (Bioneuroemoción)?_II PARTE





















Por Naomí / Imagen www.google.com
 ¿Como lo hace? 
  Utilizando la metodología de la PNL (Programación Neurolingüística), La Hipnosis Ericksoniana, El Transgeneracional y Los Ciclos Biológicos Memorizados.
  Para La Biodescodificación (Bioneuroemoción) la enfermedad no es estática ni proviene de fuera, es un proceso que tiene un sentido y considera que es un programa biológico que da una respuesta biológica (afección de un órgano) a un conflicto que la mente no ha podido resolver.
  La Biodescodificación (Bioneuroemoción) es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, esencial (el resentir) asociada al síntoma que hay (la enfermedad) para descodificarla y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola.  
Nota Importante:
· La Biodescodificación (Bioneuroemoción) no es una terapia más ni se puede englobar en ningún tipo de medicina o técnica, sin embargo está al servicio de todas.
· La Biodescodificación (Bioneuroemoción) se puede mezclar con todo, está al servicio de todas las terapias, por lo que hace mejor a cualquier terapeuta.
· Ser Biodescodificador NO consiste en bajarse unos apuntes y buscar en un diccionario de correspondencias síntoma- enfermedad.
· Cada caso tiene su resentir y hay que saber encontrarlo.
  La formación como Biodescodificador es un proceso que consiste en un cambio de paradigma, se ha de aprender a pensar en BIO.
 La Biodescodificación pretende optimizar los tratamientos que el paciente recibe.
   La biodescodificación nos enseña a escuchar, a escuchar nuestro cuerpo, una escucha biológica, no psicológica. Es la búsqueda de los códigos biológicos que hay detrás de todo síntoma y la comprensión emocional que los activa, para que, de esta manera, se puedan descodificar y activar unos nuevos códigos, gracias al cambio de perspectiva que el paciente obtiene en la búsqueda.
  Nos enseña a acompañar a nuestro paciente a este lugar que él no quiere ir, el inconsciente, este lugar oscuro que Carl G. Jung le llamaba sombra. 
  Vendría a ser como la analogía de un cuento sufí:
"Érase un hombre que estaba buscando las llaves que ha había perdido de su coche, y las estaba buscando a la luz de una farola.
 Se le acerca alguien y le pregunta: ¿Qué estás buscando?
Y él responde: las llaves de mi coche que las he perdido.
A lo que le contesta: No te preocupes: ¿estás seguro de haberlas perdido aquí?
No, le contesta, las he perdido allá, señalando la oscuridad.
Entonces, ¿por qué buscamos aquí?
 Y él le contesta: !Por que aquí hay luz!
  Nosotros actuamos igual, buscamos la solución a nuestros males en un lugar cómodo llamado consciente. Allí encontramos las explicaciones que nos interesan. En el consciente nos podemos justificar, razonar y explicar lo sucedido. Pero la solución está en el inconsciente, aquel lugar oscuro donde no queremos ir, porque en él se encuentran las auténticas razones que no queremos ver ni escuchar.
  Hay que tomar consciencia de que la emoción es la clave, es la que nos permite vivir, es el motor.
  Nuestro cerebro vehicula las emociones gracias al cerebro emocional, es como un cerebro dentro del cerebro. Este cerebro cuenta con una arquitectura distinta, con una organización celular diferente, e incluso propiedades bioquímicas distintas del resto del neocórtex. Este cerebro emocional suele funcional independientemente del neocórtex.
  El cerebro emocional controla todo lo que rige el bienestar psicológico y una gran parte de la biología del cuerpo. Los desórdenes emocionales son consecuencia de las disfunciones de este cerebro. Estas disfunciones tienen su origen en experiencias dolorosas vividas en el pasado y sin relación con el presente, pero que se hallan impresas de manera imborrable en el cerebro emocional. Estas experiencias acostumbran a controlar nuestras percepciones, incluso varias décadas después.