Por Naomí / Imagen Archivo Personal
Y llego el día de tener en mi poder los resultados de mi
tan temido examen. Cuando lo leí no entendí absolutamente nada pero el resumen
de èste me dejo con los nervios de punta y llorando a moco tendido.
Y dice así:
“Control de PNET, que muestra múltiples lesiones óseas
que no presentan captación aumentada del trazador,…. Bla bla bla… Pequeñas
adenopatías hipermetabólicas axilares, inespecíficas.
Pequeñas adenopatías hipermetabólicas ilíacas derechas e inguinales
derechas.”
Cuando leí esto de las ADENOPATÍAS me trasforme en un mar
de lágrimas y recurrí primeramente a mis papás (un grito de auxilio y cariño
incondicional) y luego volví a rugir a mis sirenas quienes son mi grupo de
apoyo firme e inmediato, o sea, una inyección de amor y cuidado en extremo.
No sé cómo describir la situación; no es susto, no es
angustia, no es pena… quizás la mejor palabra que se me ocurre en este momento
es incertidumbre. Esa incertidumbre que destroza el corazón, te lleva el alma a
piso y en donde sólo necesitas amor, amor y mucho más amor.
Llame a mi Doc, que lo pille justo en el aeropuerto subiéndose
a un avión, le mande lo mismo que le escribo a ustedes por whatsApp y me devolvió
la llamada en un dos por tres. Me dijo que no me preocupara. Que lo más seguro
esto era una muestra del Herpes Soster que tuve justamente en el lado derecho
de mi cuerpo. Por l que la otra semana, una vez que regrese a Chile, nos juntáramos
a conversar.
Está claro que si fuera algo más grave ya me hubiese
enviado derechito a hacerme más exámenes y bien a hospitalizarme. Pero acá
estoy, en casita, con pijama puesto y lista para decir ¡BUENAS NOCHES!
P.S. Gracias infinitas a todas mis amadas sirenas por ser
quienes me están sosteniendo cada instante. A mis padres incondicionales y
maravillosos. A mi bella SUC por llenarme de languetazos de amor y secarme las
lágrimas.
Una de las cosas que pensé: “si me volviera un cáncer, le
vuelvo a dar la batalla, ya que si el primero no me mato un segundo no me las
gana ni cagan…”