Por Naomí / Imagen
Archivo personal
Repentinamente el martes en mi horario de trabajo me empecé
a sentir mal. Tenía asco, muchas nauseas, dolor de cabeza ganas de vomitar. De
un momento a otro me vi vomitando sin parar durante dos horas. Mes sentía horrible
pero más allá de eso me vino un ataque de angustia brutal. Comencé a llorar
desesperadamente, estaba aterrorizada y no podía creer lo que me estaba
pasando. Sentía un fuerte dolor de espalda y mi cabeza me paso una mala jugada.
Emocionalmente quede devastada, no podía creer que estaba enferma otra vez y el
sólo hecho de recordar mi historial me puso en estado de alerta y angustia. En
mi oficina se portaron excelente conmigo, me cuidaron, me daban te (aunque lo
vomitaba todo)… agarre el auto y me fui directo a la clínica. Me fui llorando
como una magdalena y el susto se hacía mayor al sentir dolores nuevamente.
Cuando vi a mis papás pasar la puerta de la urgencia me
sentí acompañada y logré calmarme un poco.
Finalmente después de muchos exámenes y eco grafías el
diagnóstico fue nada más que una intoxicación severa gastrointestinal.
Qué alivio sentí al saber que todos los exámenes no
arrojaban nada grave, que mis órganos vitales estaban bien, que mi sangre tenia
resultados positivos, independiente que sigo con las defensas bajas dado los
coletazos de la quimioterapia que aún tengo.
El doctor de turno me paso vía intravenosa suero y
calmantes, lógicamente estos calmantes no funcionaron en mí así que quiso que
me quedara interna. Tengo un trauma tan grande que me negué rotundamente, sólo
quería descansar en mi cama y en mi casa. Estar acompañada de mis papás.
Al ver las batas celestes de las auxiliares, agujas, y
todo el entorno fue de gran impacto. Ahí entendí que el tema lo sigo teniendo
muy a flor de piel y es difícil no asustarse con el más mínimo desajuste
corporal.
Ahora estoy bien. Aún me duele la panza y estoy débil de
cuerpo pero mi corazón está feliz y me siento tranquila de que esto no fue nada
relacionado con mi ex cáncer.
Naoooo! Gracias a Dios no era nada mas!! Me imagino el susto..Un abrazo
ResponderEliminarGracias a Dios Nao, que alivio, sólo piensa y ten la fuerza y seguridad que nunca nada más te va a pasar. Nao hay para mucho, mucho rato. Cariños.
ResponderEliminarAbrazo!
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