Mi papá

Por Naomí | Imagen Archivo Personal

AMO a mi papá. Me llevo muy bien con él. Pertenecemos al mismo equipo de natación y hace ya algún tiempo que no entrenamos juntos por un tema de horario.

Mi papá fue mi sostén monetario en mi enfermedad. A él se le ocurrió contratar un plan oncológico un poco antes de que me diagnosticaran.

Él me ha acompañado siempre en mi vida. Ha estado siempre para mí, incondicionalmente. Siempre dispuesto a llevarme a la clínica para que me pudieran tomar mis muestras de sangre, hacerme los exámenes correspondientes, correr conmigo al baño para que pudiese vomitar, llevarme a las consultas médicas… siempre a mi lado prestando atención de cada palabra de los médicos para ayudarme a entender/comprender lo que me estaban diciendo.

Mi papá me paseaba por toda la clínica, nos escapábamos en silla de ruedas a otros pisos y recorríamos pasillos muertos de la risa y jugando todo el tiempo. Él me quería ver sonreír y hacerme reír. Creo que siempre lo ha logrado.

Siempre ha tenido la capacidad de inventar chistes de lo más inusuales… a mí me dan risa, aunque ya conozco varios de su repertorio.

Mi papá siempre ha sido mi ejemplo a seguir, y como todos, está lleno de defectos pero nada impide que mi gordo siga siendo lo máximo para mí.

Los cariños de papá, sus masajes, sus palabras, sus mensajes, sus comidas, sus nanai, su olor, sus corbatas, su mirada, sus ronquidos, su chispa y tantas otras cosas más hacen de mi papá un hombre fenomenal de gran corazón. Un chileno-español de sangre que me ha enseñado prácticamente TODO lo que sé hoy de la vida.

Gracias Papá por estar siempre a mi lado, feliz cumpleaños papá.