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viernes, 21 de marzo de 2014

Equipo de Oncología ambulatorio

















Por Naomí  / Imagen Archivo personal
Cuando uno vive y convive durante mucho tiempo en un lugar, como lo son los trabajos o en mi caso en la clínica, las personas que trabajan ahí y con las que compartes terminan siendo parte de tu familia.
Siempre he tenido la calidad humana de saludar a quien se cruce en mi camino. No me importa si es la persona que cuida del lugar o bien el gerente general de una institución. Todos somos seres humanos sin importar de donde vengamos, cómo nos han educado, las posibilidades y oportunidades distintas que nos han puesto en la vida, etc. Somos todos parte de un equipo para que la vida, organizaciones, instituciones, etc funcionen de manera correcta. Todos somos parte de un eslabón. Absolutamente todos colaboramos con un granito de arena para formar una explanada de playa. Somos humanos e importantes sin importar nuestras condiciones o diferencias.
Estoy profundamente agradecida de todos quienes me entregaron cariño y bienestar en mis largos meses internada. La sonrisa en la mañana de la Sra. María quien limpiaba mi pieza y me daba un aliento de felicidad, Mariana y Sandra quienes estaban de cabecilla como enfermeras siempre al pie del cañón hasta el día de hoy, y tantas personas que colaboran para que tengamos un día más cómodo o más amable. Ojo que siempre hay excepciones a la regla pero a aquellas personas las olvide ya que siempre prefiero quedar con los mejores recuerdos. No crean que en las clínicas por ser privadas no tienen falencias, por que en verdad tienen MUCHAS aunque digan que son la segunda mejor de Latinoamérica… en fin eso fue un paréntesis.
El día que me dieron de alta el equipo de oncología ambulatoria llego a mi lado con globos y entonando una canción para felicitarme de mi gran logro. Fue demasiado emocionante, importante, cariñosos, bondadoso, tierno, dulce… no tengo palabras para describir ese maravilloso momento de AMOR. Gracias a todas ustedes (son puras mujeres) por hacer de esos momentos débiles momentos de felicidad, comodidad y alegría.

Las quiero inmensamente.

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